Llegaron ayer al que durante más de un cuarto de siglo para alguna de ellas ha sido su puesto de trabajo, la conocida como ‘guardería de las monjas’, pusieron unas pancartas reivindicativas y se sentaron en la puerta. Querían demostrar «que no está bien lo que han hecho». Las trabajadoras inmersas en el expediente de regulación de empleo temporal de la guardería de la parroquia de Santa Bárbara se están concentrando ayer y hoy en la puerta del centro para solicitar un trato más justo. Se trata de siete empleadas. En el pasado mes de julio, las avisaron de que se iniciaría un ERE en el que se verían implicadas, y desde el 2 de septiembre ya están en el paro, en principio por espacio de un año, momento en el que tendrían que volver a su puesto en el centro.
Sin embargo, las trabajadoras todavía no han cobrado la prestación, y advierten que van a perder dinero, dado que a los seis meses el paro les va a bajar a un sesenta por ciento. Además desconfían en que dentro de un año vayan a recuperar su empleo, dado que si el pasado ejercicio atendían a 132 (cuyos padres pagaban al mes 275 euros), su número se ha reducido este curso hasta los ochenta, «y es imposible que vuelva a recuperarse la cantidad de niños que había». En consecuencia, pasados estos doce meses, podrían verse inmersas de nuevo en la circunstancia de tener que pasar por otra regulación de empleo.
De ahí que las afectadas pidan que o bien el ERE sea rotatorio, y puedan volver a sus trabajos en unos meses, o bien la parroquia las despida definitivamente y les pague sus indemnizaciones, para que puedan rehacer su vida de alguna forma.
Lo que a las manifestantes les ha dolido sobremanera es la falta de diálogo por parte de la parroquia, que no ha querido escuchar sus propuestas. «Hay menos niños, puede ser que tengan que reducir el personal, y hacen un ERE, pero criticamos que no han querido ningún diálogo con nosotras», explicaba ayer una de las afectadas. Ellas han intentado que hubiera alguna negociación, y ver la posibilidad de este ERE rotativo, apuntó, «pero nos han dicho que no tienen que hacer ninguna negociación con nosotras».
La guardería de la parroquia de Santa Bárbara tiene más de treinta años de antigüedad. Se trata de un centro privado, pero que recibe ayudas por parte de la Junta de Comunidades, que para el pasado ejercicio se cifró en 192.000 euros. Para el presente curso, las trabajadoras saben que también se le ha concedido otra ayuda, aunque desconocen la cuantía.
Las trabajadoras afectadas por el expediente temporal de regulación de empleo tienen previsto volver hoy a la puerta de la guardería de la parroquia, para demostrar su malestar y su descontento con la decisión y las formas con las que han sido despedidas de sus trabajos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario