sábado, 13 de octubre de 2012

El camino de la Virgen de la Guía


La Hermandad de Nuestra Señora de la Guía vivió ayer una   sentida jornada de romería. El tiempo acompañó, la ermita, recién rehabilitada, se llenó de gente durante todo el día y la procesión volvió a dejar patente la devoción de los cofrades hacia la Virgen de la Guía, una cuidada talla que recorrió uno de los caminos de los terrenos de la Academia  de Infantería acompañada de unas cuarenta personas.
«Este año hemos batido un récord de afluencia», apuntó Tere,  gran devota de la hermandad. La misa de las doce de la mañana congregó a numeroso público y buena parte aprovechó para disfrutar con amigos y conocidos de una romería que se organiza con mucha ilusión cada año. No faltaron las tradicionales roscas ni los porrones para animar la comida.
Algunos visitantes se quedaron sorprendidos con la nueva imagen de la ermita, puesto que luce una fachada rehabilitada gracias al esfuerzo de los cofrades. Las obras han terminado, pero obligaron este verano a mantener parte del edificio con andamios. Sin embargo, la rehabilitación, tan necesaria, terminó a tiempo y la ermita pudo ocupar su papel protagonista en la romería, como apuntaban unas cuantas fotografías con el ‘antes y después’ del edificio cerca de la puerta de la capilla.
Todas las romerías suelen presentar novedades, aunque algunas sólo las aprecien los más entregados. En esta ocasión, la hermandad tuvo que trazar un nuevo itinerario para la procesión por el estado del terreno. Esta pequeña variación obligó a los cofrades a llevar a la Virgen de la Guía de vuelta a la ermita por un recorrido distinto, en lugar de acortar alejándose del camino señalado. Los cofrades llevaron el paso con cierta dificultad por el peso de la talla y la edad de algunos de los costaleros, pero la falta de fuerzas de algunos se suplió con ilusión y entrega durante todo el itinerario.
La banda de música también acompañó ayer a la Virgen de la Guía, a la que se le atribuyen dos milagros que conocen ‘al dedillo’ en la Hermandad. Ayudó a dos canónigos de cacería que se perdieron por una tormenta y terminaron encontrando unas ruinas, donde hoy se levanta la ermita, gracias a una corneja y un farol. Además, es conocido también aquello de que la Virgen devolvió un caballo perdido a su dueño y en agradecimiento su hija Vicenta Montero le bordó el manto.
Buena parte de los visitantes acompañó a la Virgen en la procesión, incluidos el concejales de Cultura, Jesús Nicolás, y del PP,  Vicente Romera. En esta ocasión, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page no pudo asistir a la romería como suele ser habitual. Durante la procesión, buena parte de los congregados prefirió observarla de lejos y esperar en las puertas de la ermita a su llegada, un momento especial porque los cofrades bailan a la Virgen de la Guía.

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